abril 22, 2025

Perfil competencial: respetuoso con el medio ambiente

 

Ofrecer habilidades, virtudes y fortalezas a nuestro alumnado es uno de los principales objetivos que nos planteamos desde el CES S. Ramón y Cajal. Con este fin, hemos diseñado un perfil competencial, formado por 15 habilidades profesionales, con las que esta institución educativa se siente identificada y mediante las cuales poder ofrecer una formación más completa y de calidad a la sociedad.

Vivimos en un entorno educativo y profesional cada vez más exigente, donde la autodisciplina, la gestión del tiempo y la capacidad de resolver problemas de manera autónoma, entre otras muchas competencias, son habilidades cada vez más valoradas y demandadas. Así pues, resulta crucial entender y fomentar estos hábitos desde temprana edad.

 

RESPETUOSO CON EL MEDIOAMBIENTE

 

La séptima competencia que queremos abordar este curso es la de Respetuoso con el medioambiente.

Fomentar el valor de ser respetuoso con el medioambiente tiene múltiples beneficios, tanto a nivel individual como colectivo. No debemos concebir esta competencia como una simple lección, sino que debemos entenderla como una necesidad urgente. Abordar la sostenibilidad, significa trabajar en una inversión para el futuro de nuestro planeta, así como para el progreso de la sociedad. Los estudiantes deben ser capaces de comprender que cada acción cuenta, que su voz y sus decisiones tienen impacto y que se debe actuar con conciencia y responsabilidad. De esta manera, los jóvenes se convierten en agentes de cambio, inspirando a sus familias y comunidades a sumarse a una causa que nos afecta a todos. El concepto es claro: vivir en un entorno limpio y sostenible mejora nuestro bienestar y calidad de vida.

Aquí se detallan algunas de las razones más importantes por las que es fundamental impulsar esta competencia:

  • Conciencia ecológica: la sociedad debe aprender sobre la importancia que tiene cuidar el planeta Tierra y desarrollar hábitos sostenibles desde edades tempranas. Fomentar una sensibilidad ambiental nos permite comprender el impacto de nuestras acciones y actuar de manera consecuente.
  • Desarrollo de valores: promover una filosofía de vida sostenible, nos permite fomentar aptitudes como: la responsabilidad, el respeto, la empatía y la solidaridad. Se tratan de valores esenciales para garantizar una convivencia armoniosa con el entorno.


  • Impacto positivo en la comunidad: educar en torno al respeto hacia el medio ambiente no sólo transforma a los estudiantes, sino que, también, impacta directamente en la comunidad. Cuando el alumnado pone en práctica el respeto hacia la naturaleza, lleva esos valores a su hogar y contagia a su entorno. Las familias cambian hábitos, los vecinos se involucran y el impacto crece cada vez más. Por tanto, educar en sostenibilidad es sembrar un futuro mejor, y la comunidad entera cosecha los frutos:


  • Mejora de la calidad de vida: al aprender sobre reciclaje, ahorro energético y consumo responsable, los estudiantes contribuyen a un entorno más limpio y saludable. 
  • Conexión con la naturaleza: impulsar una mayor conexión con la naturaleza entre el alumnado es esencial porque les ayuda a desarrollar un sentido de pertenencia y responsabilidad hacia el entorno. Al estar en contacto con la naturaleza, los estudiantes aprenden a valorarla y a comprender su importancia en la vida cotidiana. Además, esta conexión puede promover el bienestar emocional, reduce el estrés y mejora la creatividad.


  • Fomento de hábitos saludables: implica un impacto directo en el bienestar físico y mental de los estudiantes. Los hábitos como una buena alimentación, ejercicio regular y suficiente descanso mejoran la energía, la concentración y el rendimiento académico. Además, también enseña responsabilidad personal y autocuidado, lo que ayuda a los jóvenes a desarrollar una mentalidad positiva.